"No. No. No. No, no, no, no, no..."
Es todo lo que pasó por mi mente cuando te vi.
"No, no. Por favor, no."
"Por favor..."
En cuanto te vi lo supe.
Y no quería. No quería saberlo. No quería admitirlo.
"No, no..."
Seguía retumbando en mi cabeza.
"No."
Aún lo oigo en forma de eco.
No lo pude evitar. Caí.
"No, no..."
No quería.
Sabía que me iba a terminar enamorando de ti y que ibas a terminar siendo una adicción y que iba a terminar rota, perdida. Y sabía que no te iba a importar.
Y así fue.
Acerté.
Y aún suena en mi cabeza ese ruego, esa súplica.
"No, por favor, no..."
Pero ya es tarde.
"No."
viernes, 24 de octubre de 2014
lunes, 20 de octubre de 2014
A lo mejor.
Y creo que en realidad no era amor.
A lo mejor tan solo era una tonta obsesión.
Obsesión por no sentirme tan sola.
Obsesión por sentirse querida.
Obsesión por tener a alguien a mi lado.
Obsesión por sentir los labios de alguien sobre los míos.
Puede que no te haya necesitado a ti.
A lo mejor tan solo necesitaba a alguien.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
